Este año decidimos llevar a los niños por un itinerario diferente. Comenzamos por Teruel. Dinópolis es un lugar ideal para toda la familia. Los niños se lo pasaron genial y nosotros también. Además toda la familia salió sabiendo algo más sobre los dinosaurios y sobre la época en que vivieron. La siguiente parada fue en Albarracín donde pasamos la noche en un hotel que parecía haberse parado en el tiempo, al igual que todo el entorno. Los niños estaban tan cansados que se durmieron pronto. Al día siguiente visitamos las pinturas rupestres y comimos al aire libre. Después visitamos los centros de Dinópolis que se encuentran en Albarracín y Rubielos de Mora. Regresamos ese mismo día con la sensación de haber disfrutado aprendiendo.